Ratio: 5 / 5

Quiero usar como paradigma del establecimiento al rey David. Hay en su periplo hacía el establecimiento del reino, un mapa, David trazó un mapa que nos depositará en el establecimiento comunitario y personal. 

¿Cómo llegó David al establecimiento?

1.- Peleando. David fue desde Goliat, y aún antes, contra el león y el oso, un guerrero. ¿Quieres que venga un tiempo de establecimiento donde lo que Dios te ha prometido se establezca en tu vida? Pelea la buena batalla de la fe… le grita Pablo a Timoteo. 

Precisamente Timoteo sabía lo que era esto. Su madre, no sabemos por qué se casó con un griego y cuando el niño nació, el padre no permitió que su hijo fuera circuncidado, una costumbre primitiva de la fe de su mujer, pero la mamá y la abuela, pelearon la batalla y Eunice y Loida establecieron el reino en el corazón del pequeño Timoteo. El papá no quería que su hijo fuera un judío, pero desde la niñez estás mujeres le enseñaron la escritura y cuando el niño creció fue un pastor, hijo dilecto de Pablo. Enseñanza: podrán impedir que te circunciden el prepucio pero nunca el corazón. ¿Quieres que se establezca el reino en tu linaje? Pelea la buena batalla, no te dejes amilanar, no permitas que te acobarden. Levántate… te hablo a vos que estás cansado, a vos que te sentís pequeño, a vos que no sabes como… Pelea la buena batalla de la fe. 

Pelear la buena batalla es pelear contra gigantes, enemigos seriales de tu vida… es pelear hasta que te quede la espada pegada a la mano, pelear en un foso lleno de nieve, es pelear con todo en contra… pero es pelear para que venga el establecimiento de Dios sobre mi vida e iglesia.  

Es pelear con aún aquellos que son tu entorno. David a la par de enfrentar enemigos externos tuvo que enfrentar los internos. Pelea contra el desanimo, con la incredulidad, con la familiaridad… Pelea la buena batalla de la fe. 

Hoy me levanto para asumir mi rol de guerrero voy a pelear por aquello que me has dado pero aún no estoy viviendo. En tu nombre Jesús, Amén.