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Deut 26:1 »Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor tu Dios te da como herencia, y tomes posesión de ella y te establezcas allí, 2 tomarás de las primicias de todo lo que produzca la tierra que el Señor tu Dios te da, y las pondrás en una canasta. Luego irás al lugar donde el Señor tu Dios haya decidido habitar, 3y le dirás al sacerdote que esté oficiando: “Hoy declaro, ante el Señor tu Dios, que he entrado en la tierra que él nos dio, tal como se lo juró a nuestros antepasados”.

4»El sacerdote tomará de tus manos la canasta y la pondrá frente al altar del Señor tu Dios. 5Entonces tú declararás ante el Señor tu Dios:

“Mi padre fue un arameo errante, y descendió a Egipto con poca gente. Vivió allí hasta llegar a ser una gran nación, fuerte y numerosa. 6Pero los egipcios nos maltrataron, nos hicieron sufrir y nos sometieron a trabajos forzados. 7Nosotros clamamos al Señor, el Dios de nuestros padres, y él escuchó nuestro ruego y vio la miseria, el trabajo y la opresión que nos habían impuesto. 8Por eso el Señor nos sacó de Egipto con actos portentosos y gran despliegue de poder, con señales, prodigios y milagros que provocaron gran terror. 9Nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, donde abundan la leche y la miel. 10Por eso ahora traigo las primicias de la tierra que el Señor tu Dios me ha dado”.

»Acto seguido, pondrás la canasta delante del Señor tu Dios, y te postrarás ante él.

Toda bendición tiene tres niveles o tres tiempos:

1. La promesa. “Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor te da como herencia”, dice Moisés al pueblo. Hay un tiempo en donde caminamos solo con una palabra. Son tiempos de fe, son los tiempos de Abraham, de Isaac, de Jacob, inclusive los tiempos de Moisés… son tiempos donde lo único que tienes es una palabra.

2. La conquista. “Y tomes posesión de ella”. Hay tiempos de cumplimiento, donde ingresas a la tierra pero te das cuenta que está ocupada y entonces debes conquistarla, son los tiempos de lucha, esos son los tiempos de Josué, de los jueces, de Saúl… en donde has recibido lo que es tuyo pero está siempre bajo amenaza. 

3. El Establecimiento. “ Y te establezcas allí”. Son tiempos de pacificar territorios, expandir la nación, exterminar gigantes, asegurar fronteras, darle forma al estado y establecer un trono. Esos son los tiempos de David y Salomón. Solo has entrado cuando te has establecido, dice el verso 3 “y le dirás al sacerdote que esté oficiando: “Hoy declaro, ante el Señor tu Dios, que he entrado en la tierra que él nos dio, tal como se lo juró a nuestros antepasados”.

En el 2017 entramos en un tiempo de estrablecimiento, este es un tiempo en donde no solo caminamos en una palabra, no solo Dios cumplió sus promesas, sino que Él nos dió la gracia de establecernos en ella y desde ella, alcanzar profundidad y altura. En el tiempo de establecimiento entramos a la tierra que El te dio y en ella producimos frutos para rendir ante Su Trono. 

TIEMPO DE

ESTABLECIMIENTO

PROFUNDIDAD Y ALTURA

La palabra para establecer es yasháb y tiene múltiples aplicaciones: sentarse, morar, permanecer; casarse:—acampar, acostumbrar, afirmar, asentar, asiento, bajo, colocar, condición, dejar, disfrutar, encerrar, esperar, establecer, habitante, habitar, hallar, mantener, morada, morador, morar, parar, parte, pasar, permanecer, persistir, poblar, poner, posesión, presidir, quedar, reposar, residir, resistir, rodear, salvar, sentar, situación, tener, tierra, tomar, vivir.

No se trata solo de ser bendecido, sino de entrar en la promesa. Note que cuando en Deut 26 se ha establecido se dice que debe ir al templo o santuario y decir: 

:“Hoy declaro, ante el Señor tu Dios, que he entrado en la tierra que él nos dio, tal como se lo juró a nuestros antepasados”.

Hoy vengo delante de ti Señor, a declarar que he entrado a la tierra que me diste… creo que estoy parado en el lugar de mi destino. Amén.