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Hay veces que trasponemos los limites de tolerancia de nuestro cuerpo. Aunque es desagradable hablar de ello, déjeme hablar del vómito. Según Wikipedia, “el vómito es la expulsión violenta y espasmódica del contenido del estómago a través de la boca. La sensación que se tiene justo antes de vomitar se llama náusea.” Aunque no es agradable, cuando es natural, es decir no provocado, es un mecanismo de defensa del cuerpo ante la ingesta de algo que el cuerpo estima que es peligroso digerir. 

“…cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien…” Deut 6:3

Solemos pensar que el cumplimiento de la voluntad de Dios es un “favor” que le hacemos a Dios. Dios no necesita nuestra obediencia… la obediencia no parte desde la voluntad de un Dios dominante que necesita tener para su placer un pueblo sumiso. La obediencia es una exigencia de Dios para que le vaya bien a aquellos que El ama: Nosotros. 

Al primero que le conviene obedecer es a mí. 

Hay un nivel de tolerancia que la tierra posee, una vez traspuesto la tierra decide vomitarnos… no puede soportar tanta maldad. 

Guardad, pues vostros mis estatutos y mis ordenanzas, y no hagáis ninguna de estas abominaciones, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros, (porque todas estas abominaciones hicieron los hombres de aquella tierra que fueron antes de vosotros y la tierra fue contaminada); no sea que la tierra os vomite por haberla contaminado, como vomitó a la nación que la habitó antes de vosotros. Lev 18: 26-28

Dios advierte que hay un umbral de tolerancia y aunque será visto como hechos naturales tales como invasión, sequía, guerras y muertes, en realidad lo que está pasando es que la tierra está vomitando a sus habitantes porque se han pasado de la raya. 

Guardad, pues, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y ponedlos por obra, no sea que os vomite la tierra en la cual yo os introduzco para que habitéis en ella. Lv 20:22

A una semana exactamente de que será votada la ley del aborto en el congreso, mi oración hoy es por Argentina… legislar la muerte de inocentes va a producir nauseas en la tierra que habitamos. Yo sé que hay abortos clandestinos pero cuando una ley, valga la redundancia, le da legalidad a un hecho atroz como es el infanticidio, entonces hay una estimulación al vómito en la tierra. Será juzgado como causas naturales, le echaremos la culpa al cambio climático, a condiciones del mercado, pero en realidad será un espasmo que la tierra hará porque no podrá digerir tanta maldad. Y en un vómito se expulsa se expulsa lo bueno con lo malo!!!

¿Quiero infundir miedo? No, simplemente poner de sobreaviso. Cuando el cuerpo está por vomitar hay una acumulación de saliva, anunciando que viene... Y viene...

Dios establece mandamientos no por Él, sino por nosotros, para que nos vaya bien.

Hoy me quiero levantar para prestar atención en aquellas áreas donde soy renuente a obedecer, lo que Dios me pide es para que me vaya bien.

Oro por mi familia, para que obedezcan a Dios para que nos vaya bien. Job cada mañana oraba por sus hijos… aprendamos de él.

Oro por mi nación, para que legislemos según verdad y juzguemos conforme a justicia para que nos vaya bien.

“Porque este es el amor de Dios: que guardemos su mandamientos y sus mandamientos no son gravosos.” 1 Jn 5:3

Señor, ayúdame a obedecer. Tus mandamientos no son gravosos, no son molestos en exceso, solo buscan mi bien y el de los míos. Mantenme en la senda de la rectitud. Amén.