Ratio: 5 / 5

Solemos escuchar en las series policiales este ultimátum: Ríndanse, están rodeados. Eventualmente alguno cree que pude burlarse de la encerrona, pero la moraleja es, o debería ser, que siempre es mejor rendirse a la autoridad que morir en el error. 

Ro 1:5 Por medio de él, y en honor a su nombre, recibimos el don apostólico para persuadir a todas las naciones que obedezcan a la fe. 

La descripción de las funciones es algo que se estila en la empresa para que el empleado y el empleador sepan cuales son los alcances de una labor. Aquí Pablo nos comparte las suyas como Apóstol. Pablo es apóstol para “persuadir a todas las naciones que obedezcan a la fe”.

Persuadir, nuestra labor como embajadores del Rey, es recomendar la sumisión a Su gobierno. No estamos muy familiarizados con este concepto, habitualmente rogamos que la gente crea. Nos sentimos más cómodos con el ruego de reconciliación de 2 Corintios 5:20, donde Dios ruega y nosotros rogamos con Él. Sin embargo, esta postura es igualmente valida. Aquella, el ruego, se origina en aquel aspecto divino del Espíritu Santo como el “parakleto”, el puesto a nuestro lado para ayudar, para sostener, alentar. Esta postura referencia al Soberano Creador del Cielo y de la Tierra que exige absoluta subordinación. Esta posición fue encarnada cabalmente por Juan el bautista.

Mat 3:2 Decía: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca».

Nuestra labor es entregar un ultimátum de Dios hacía los hombres y las mujeres…

Hech 17:30 Pues bien, Dios pasó por alto aquellos tiempos de tal ignorancia, pero ahora manda a todos, en todas partes, que se arrepientan.

Sé que no estamos cómodos con esa posición, pero Dios exige la rendición incondicional por parte nuestra. De eso se trata el concepto del Reino, Dios ha venido por lo suyo y tenemos que rendirnos, “rendirnos” es una equivalencia valida para “arrepentirnos”. Pablo se ve como alguien que ha traído una oferta de parte de la autoridad y que le dice a un mundo rebelde que hay una oportunidad de salir bien de todo esto y es deponer la rebeldía y volverse a Dios. 

Seguramente habrá gente que piense que ellos no van a negociar bajo presión, pero la verdad es que el Dios al que representamos tiene la posibilidad de usar todo su poder para guiarte a la rendición. 

Cuando Pablo aún era Saulo y marchaba a todo ritmo a perseguir cristianos, Dios se le cruzó en el camino a Damasco, lo echó por tierra, lo dejó ciego y lo tuvo tres días sin comer y beber y cuando Ananías lo encontró era una “sedita”, Dios lo había ablandado!!! 

Solemos decir que “no hay duro que no se ablande, ni bravo que no se amanse”… Dios manda que te arrepientas. 

“recibimos el don apostólico para persuadir a todas las naciones que obedezcan a la fe.”

Hoy es un día para continuar rendidos ante la autoridad de Dios y a la vez avisar a nuestros amigos que el Dios de amor y misericordia está exigiendo que nos arrepintamos, que este es un tiempo donde El nos ha tenido paciencia, pero está dispuesto a hacer valer su derecho y llevarnos a sujeción. 

Haz lo que quieras de mi Señor, Tu el alfarero, yo el barro soy. Dócil y humilde anhelo ser, cúmplase siempre en mi tu querer. Amén.