«¿Por qué estás tan enojado? ¿Por qué andas cabizbajo? Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero, si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo» Dios le dice a Caín: El pecado está acechando, como una fiera lista para atraparte. Caín fue advertido, Dios mismo le habló… repare en esto. El adorador pervertido, el mal hermano es ministrado por Dios!!! Dios es un Padre que le dice: Hijo no está bien, el camino que estás tomando. Y le advierte: El pecado acecha…

Asignamos al diablo demasiada relevancia… Dios le dice a Caín:

No obstante, tú puedes dominarlo. Todos afrontamos un acecho, el enemigo está acechando nuestro corazón…. Pero podemos vencer. 

El problema es que tenemos una actitud ambivalente con el diablo, cuando estamos juntos lo atacamos y lo reprendemos, pero ni bien trasponemos la puerta del templo cambiamos de actitud. 

London, mi perro, tiene un vecino, Bongo. Bongo es un bóxer con el que London se ladra a muerte alambrado de por medio… uno piensa que si no estuviera ese alambrado se matarían, sin embargo, de vez en cuando Bongo se salta el alambrado y cuando están frente a frente sin nada de por medio London pone cara de “mirá? que tiempo loco que hace”. Es muy malo mientras lo tiene lejos, pero de cerca es un sumiso. Hay cristianos así… acá adentro reprenden, zapatean, le hace un piquete de ojos al diablo y son malos… pero ni bien el diablo se salta el alambrado son unos sumisos. El camino de Caín lo transitan los que no le presentan batalla al enemigo. 

Lutero solía decir que: “No puedes impedir que los pájaros vuelen sobre tu cabeza, pero si puedes impedir que hagan nido en ella.”

En criollo:

• El diablo te puede acechar para que critiques, pero tu decides si lo haces u oras por a favor de esa persona. 
• El diablo te puede acechar para que adulteres, pero tu decides si te acuestas en la cama equivocada. 
• El diablo te puede acechar para que robes, pero tu decides si diezmas o no. 
• Ese día, Dios reconoció la lucha en el corazón de Caín, pero le dijo algo increíble: Tu puedes dominarlo. Dígaselo al que está a su lado: Tu puedes dominarlo. 

Es por eso que Pablo le dice a los Romanos:

Ro 12:21 No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.

Estás ungido para ganar esta batalla… el diablo no podrá hacerte caer y hacer que te vuelvas infructífero.

Hoy es un día para no permitir al enemigo entrar en nuestra vida. Tu podrás vencerlo!!!