1 Ry 19: 7 Levántate, come, porque es muy largo el camino para ti.

Dios nunca habla del pasado con su siervo deprimido, habla del futuro. El profeta siempre que interactúa con Dios habla del pasado, pero Dios siempre habla del futuro. 

La depresión, ese sentimiento de abatimiento, de perdida de interés ha tomado la vida del profeta. Después de tres años  y medio de estar en la lista de los más buscados, escondiéndose porque su cabeza tenía precio, en las horas recientes ha desafiado al rey, ha edificado un altar matado un buey, montado un tremendo espectáculo, hecho caer fuego del cielo, le ha cortardo la cabeza a 300 profetas falsos, orado en agonía para que vuelva la lluvia, corrido más rápido que el carro del rey,  recibido una amenaza fulminante de una reina loca y vengativa y huido más de 150 km al sur, lejos, lejos… GOT (Game of trone) es un poroto a la par del profeta Elías… Semejante intensidad ha derivado a que el profeta esté en un pozo, que se quiera morir, le pida a Dios que le quite la vida… y Dios le habla del futuro. 

Puedes oírlo? Dios te habla de tu futuro.

No es que no sepa por lo que pasaste o por lo que estás pasando, pero es necesario darnos cuenta que hay más por delante. Quedarnos aferrados al dolor, a la traición, a los fracasos, a los errores o aún a los éxitos, es totalmente nocivo. 

He estado hablando con personas que en estos días que han sido atacadas. Atacadas por una perdida, por la agresión de la gente, por la tristeza, por la adversidad, por la traición, por una encrucijada existencial, por el clima general de las cosas… esos días hay una invitación a meterse en la cama y languidecer… pero Dios plantea otra cosa para tu vida. 

Jer 31:16 Así dice el Señor:

Reprime tu voz del llanto,

y tus ojos de las lágrimas;

hay pago para tu trabajo —declara el Señor—,

pues volverán de la tierra del enemigo.

17 Y hay esperanza para tu porvenir —declara el Señor—,

los hijos volverán a su territorio.

El profeta Jeremías está ahogado por el dolor, Jerusalén ha sido destruida, los jóvenes muertos o llevados como cautivos y el ve presente todo negro, la ciudad que tanto amó y ministró en llamas y quiere llorar… Pero Dios le dice: Cuidadito con llorar… hay un futuro de bendición. 

Hay esperanza para tu porvenir… Levántate, largo camino te resta… Es el mismo Dios a diferentes siervos diciéndoles que el futuro traerá cosas maravillosas. En el caso de Elías vendrá: “ver” la Presencia de Dios; conocer a su relevo, el profeta Eliseo; ver el ministerio profético florecer en Israel, abrir el Jordán y salir de este mundo en un carro de fuego. Dios no va a permitir que termines tus días debajo de un enebro, deprimido y amargado… vas a salir de este mundo a todo fuego y efectos especiales… No voy a dejar, dice Dios, que tu final sea una vela que se consume, sino un show de fuegos artificiales, un espectáculo de luz y sonido!!!

Dios tiene planeado un final distinto que el que tiene planeado Jezabell… Y eso es muy bueno… Hay un futuro de bendición. 

Señor, gracias porque tus pensamientos son de bien y no de mal para conmigo. Gracias porque no importa como haya sido mi pasado o mi presente lo que preparaste para mí son cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre. Gracias porque hay un futuro de bendición. Amén.