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HACIA MI PENTECOSTES
50 días de Renovación Personal
Día 20 - Orden en el altar personal
(1Reyes 18:30-32)
30Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado.
31Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra de Jehová diciendo, Israel será tu nombre,
32edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová; después hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de grano.
Hace 12 años compramos nuestra casa. Mi mamá había visto construir esa casa en su infancia, y conocía a sus dueños ya que eran vecinos. Siempre cuenta lo linda que era la casa y cómo la gente que vivía allí la tenía, siempre limpia y arreglada. Sin embargo cuando nosotros la compramos, no lucía igual… Es que con el correr del tiempo, la falta de arreglos, algunos años deshabitada, y encima que al momento de la compra estaba usurpada; la casa se había deteriorado en gran manera. Nos llevó más de un año restaurarla para dejarla habitable. Es que las cosas que caen en desuso o mal uso, terminan arruinándose. Esto había ocurrido con el altar de Israel, ya no había sacrificios, no había entrega, no había adoración… Fue imperiosamente necesario, que Elías edifique nuevamente el altar, y ponga sobre él todo lo que hay que poner para que Dios responda. Porque no puede haber un derramamiento de Dios, sobre un altar destruido.
¿Cómo está el altar en tu corazón? Quizás en algún tiempo lució muy bien, había trabajo sobre él, adoración, alabanza, oración diaria, revelación y manifestación del cielo sobre tu vida. Pero por alguna razón, comenzaron a hacerse grietas, y ya la cosa no fluye igual.
Los altares, al igual que las casas, necesitan trabajo constante. Necesitamos restaurar las grietas que se abrieron en nuestra relación con Dios, volver a tener ese tiempo de amor íntimo con nuestro Padre, volver a confesarle nuestros pecados, volver a adorarle, volver a alabarle, volver al clamor, volver a devorarnos la Biblia, como la única guía para nuestro diario andar.
El libro de Hechos nos revela una palabra clave: Hch 1:14 – 2:42, 46. Perseverancia. Es necesario que cada día trabajemos sobre nuestro altar, que cada día haya entrega, clamor y adoración. Cuando dejamos que pase un día, una semana o más sin trabajar sobre él, aparecen las grietas, que terminan por destruirlo todo.
Hoy es un día para comenzar a restaurar nuestro altar arruinado, y no hay otra forma de hacerlo que acercándonos a Él. Y si por la perseverancia, tu altar se ha mantenido hasta hoy, no lo descuides, sigue trabajando con alegría, para que el fuego del cielo no deje de descender sobre ti.
Hoy me acerco a ti para comenzar a restaurar mi altar personal contigo. Ayúdame a no descuidarlo. Cada día quiero estar en tu presencia y que tu fuego arda en mi. Amén.
Podcast : https://open.spotify.com/episode/7Bd6A6zIFOibsGgvf5CvDG
Video : https://youtu.be/Nej0Hau4_Xk
