HACIA MI PENTECOSTES

50 días de Renovación Personal

Día 22 - Orden en la economía

(2Corintios 8:1-5) 

1Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia;

2que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.

3Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas,

4pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos.

5Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios;

¿En qué cosas gastas el dinero? Hace algunos años, haciendo el seminario de liderazgo (Selider), nos dieron una tarea para realizar durante todo un mes, y era registrar en un cuadro con diferentes categorías, absolutamente todos los ingresos y egresos que se realizan durante ese mes en nuestra economía familiar, aunque pareciera insignificante como comprarse un chicle. Así lo hice por primera vez, y al cabo de un mes descubrí cosas muy interesantes, como por ejemplo que gastaba más en “varios” (dentro de este rubro quedaban gastos pequeños y ocacionales, como quiosco, ferretería, bazar, etc. cosas de las que se puede prescindir), que en “ofrenda”.

Esto llamó poderosamente mi atención, porque yo pensaba que era alguien que “daba mucho”. Pero más me llamó la atención escuchar de estos creyentes de la iglesia de Macedonia, de quienes Pablo dice que en su profunda pobreza, abundaron en generosidad. La tablita para ellos estaba al revés que la mía. Era más lo que daban que lo que gastaban. Otra vez te pregunto: ¿En qué cosas gastas el dinero? No es rico el que más tiene, sino el que más da.

Gente como usted y como yo deseamos prosperar, y no está mal el deseo, solo que necesitamos preguntarnos: ¿Para qué queremos tener más? ¿Para gastar más, o para dar más?

Me encuentro muchas veces con personas o familias que tienen buenos ingresos, pero no pueden prosperar porque tienen un desorden fenomenal, y ni ellos saben en qué se les va el dinero. Por eso uno de los secretos fundamentales para poder experimentar derramamiento de Dios sobre nuestras finanzas, es aprender a ser ordenados con ellas, y generosos cuando se trata de dar para el reino de Dios.

El versículo 5 nos ayuda a ordenar las prioridades en nuestra economía: “Primeramente al Señor”. Todo se ordena cuando damos primeramente al Señor, y cuando pensamos primeramente en Dios y en su Reino.

El orden de Dios tiene que invadir todas las áreas de nuestras vidas, y la economía no es una excepción. Podemos hoy comenzar a analizar el flujo de nuestros fondos, re direccionando lo que usamos para consumos superfluos en inversión de valores eternos. 

Señor hoy pongo tu persona y tu reino en el primer lugar de mi economía, y decido ser un dador alegre y generoso. Mi confianza esta puesta en ti. Amén.

Podcast :  https://open.spotify.com/episode/08v7SVK38GqSxm34buJhT3

Video : https://youtu.be/guPvjXgERbo