Manejar en Europa es todo un desafío. Las ciudades son preexistentes a las reglas modernas de conducción. Algunas ciudades datan de miles de años, cuando lo único que existía era caballos y carros. Los siglos fueron pasando y el trazado urbano siguió respetando las callejuelas de antaño.

Antes de ayer el GPS me hizo ir por una calle estrecha, cómoda para atravesar en burro pero complicada para hacerlo en automóvil. Delante nuestro iba un auto pequeño, de atrás yo veía que pasaba bien, pero su conductor no pensaba lo mismo. Cuando vi cómo iba la cosa me quede en la entrada del callejón para ver que hacía. Cuando había avanzado unos cinco metros quizo empezar a maniobrar, le sobraban 5 cm de cada espejo, y ese fue su fin. Al querer retroceder aplastó un espejo y sino fuera por  las indicaciones todavía estaríamos allí. Gracias a Dios pudo salir hacia atrás e irse por otro lado. 

Entonces era mi turno... puse primera y pase por la callejuela sin problemas y fanfarroneando de mis dotes de chofer. El auto que estoy manejando es pequeño, si hubiera tenido mi camioneta me habría ido por otro lugar... simplemente no hubiera pasado. 

“Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.” S. Lucas‬ ‭13:24‬ ‭RVR1960‬‬

La vida cristiana es un camino estrecho que no permite el acceso del estilo de vida ancho que llevamos. Nos venden modelos de vida muy llamativos, glamorosos, con que la mayoría de los mortales se manejan muy bien. El único problema es que esos modelos no pasan por la puerta estrecha. Jesus dijo que El era la puerta. 

Algunos malentienden el amor de Jesus. Creen que Jesus se hará de goma o se ensanchará para dejarnos pasar algunas cositas que tenemos... lo más probable es que dejemos algún espejo en el camino antes que eso pase!!!

El amor de Jesus consiste en que nos deje pasar, no en que acepte cualquier cosa de nosotros. 

“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” S. Mateo‬ ‭7:13-14‬ ‭RVR1960‬‬

¿Tengo que ser perfecto? No, se trata de dar la medida. Hace algún tiempo quise sacar un mueble de una habitación y para hacerlo tuve que desarmar una parte. ¿Lo ves? Tuve que reconocer que estaba ancho y que había partes que había que remover. 

Debo darme cuenta qué hay cosas en mi vida que están anchas y debo removerlas. Hablaba con un joven que ha adoptado un estilo de vida que es ancho, debe venir a Jesus y pedirle que le remueva lo que está excedido en él. Hablaba con otro que debe eliminar cosas si quiere que su matrimonio sea viable en Cristo... reconocer que está ancho y pedirle ayuda para remover lo que nos impide el cruce.... de eso se trata. 

Jesus dice: Esforzaos. El mayor esfuerzo siempre es reconocer que estamos errados y pedir perdón. 

Señor, no dejes que quede atorado entre el estilo de vida al que me aferro y lo que Jesus pretende que viva.... cambia mi vida, ayúdame a remover lo que no entra en Cristo y a no volverlo a tomar.  

“Si uno vuelve a edificar lo que antes había destruido, se hace transgresor... He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.” Gálatas‬ ‭2:18, 20‬ ‭NVI-E