Filp 3:9 No quiero mi propia justicia que procede de la ley, sino la que se obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios, basada en la fe. Pablo dice que no quiere la justicia que merece sino la que no merece. La justicia que merece es la que son el resultado de sus buenas obras, de su andar acertado. Todos tenemos una cuenta favorable, hasta las personas más réprobas son bondadosas con sus familias y seres queridos. Patricia me leía hace unos días como el hijo del tristemente celebre Pablo Escobar Gaviria recordaba a su padre. Un hombre amoroso que lo arrullaba con canciones infantiles. Todos tenemos una cuenta favorable. El apóstol Pablo también, como buen religioso tenía una con un saldo bastante favorable…