Dios me ha bendecido con dos hijos maravillosos y ellos son nuestro gozo. Suelo quedarme mirando los videos de ellos cuando eran niños y recordando esa época… agradezco que ya estén grandes y que trabajen codo a codo con nosotros en el servicio a Dios… pero la verdad es que extraño sus andanzas de niños. Cuando Eze y Debo se casaron inmediatamente empecé a reclamar nietos y lo he estado haciendo hasta que en estos días ellos nos compartieron que viene un “chunior”, nombre familiar que le he puesto a este vástago. No sabemos si será un niño o una niña pero hace tiempo que lo estamos esperando… un bebé cambia todo a su alrededor, fructificar te hace soñar.