Por lo que Jesús, dándose cuenta de que iban a venir y llevárselo por la fuerza para hacerle rey, se retiró otra vez al monte El solo. (Jn 6:15)
Me llama la atención la motivación del corazón de estos hombres. La palabra es “Jarpazo” se podría poner como “llevar a la rastra”, estos hombres están dispuestos a forzar a Jesús a solucionar sus necesidades. ¿Quién no quiere un rey que multiplique panes y peces? Por lo general los gobernantes que tenemos saben hacer desaparecer los panes y peces, en el mejor de los casos, reparten los panes y peces que otros producen para seguir ejerciendo su poder sobre todos. Sin embargo, Jesús es diferente, cuando le das 5 panes y dos peces, el alimenta a una multitud… pero no hará lo que nosotros tenemos que hacer, los hombres lo entienden y quieren forzarlo a que les solucione la vida.
El corazón del hombre no cambia… siempre estamos deseosos que alguien más nos solucione la vida… Jesús no se presta a eso… dice la palabra que el “salió huyendo”. Salga huyendo cuando lo quieran convertir en el salvavidas.
Ud no es el salvavidas emocional de nadie, no es el salvavidas espiritual de otros, no es el salvavidas material, ni el salvavidas de su matrimonio. Es interesante que ni Dios quiere ser el salvavidas de esta gente. Dios no trabaja así… el ha determinado que nosotros hagamos lo que tenemos que hacer y que Él hará lo que le corresponde.
En el momento anterior, un muchacho puso su almuerzo y El lo multiplicó. ¿Podría Jesús haber creado de la nada? Por supuesto, ya lo hizo una vez, Dios crea “Ex nihilo”, de la nada. Pero El ha determinado trabajar desde la plataforma de mi colaboración… Por eso Jesús huye, porque no va a consentir a gente que quiere usarlo de salvavidas.
Recuerdo aquella mujer en la librería Bautista de Rosario, ya hace 35 años atrás que dijo, señalando un llavero: “Este nos va a salvar”. Mire el llavero, pensando encontrar un versículo, una imagen de Jesús, una cruz. Mis ojos no podían creer cuando encontré la foto de Menem!!! Ese si que fue un pronostico frustrado!!!
Dios quiere enseñarnos a nadar, no ha ser nuestro salvavidas. A veces, como nosotros con nuestros niños, lo entiende como un paso previo en el aprendizaje, pero no será nuestro pato inflable toda la vida. A menos que querramos pasar la vida gritando como Pedro al hundirse, deberemos aprender que Dios quiere hacernos socios de su mover en el mundo y que nuestra fe y nuestra acción están en el cálculo de su formula para transformar la sociedad.
Ese día Jesús salió huyendo…
Jesús, hoy no salgas huyendo de mi oración. Jesús quiero hacer lo que tengo que hacer, quiero hacer mi parte en esta empresa a la que me llamas de cambiar el mundo. No quiero que seas mi salvavidas, solo quiero que me enseñes a caminar sobre el agua mirándote a ti. Amén.