Me acaban de contar el fallo no favorable para Rodriguez Lastra en Rio Negro. Y cuando me lo cuenta me sube una indignación y una angustia… No tengo el gusto de conocer a este doctor, solo sé que obró de manera correcta, conforme a su profesión y a su condición humana, salvó las dos vidas que se le confiaron. Nuestro Estado, nuestra amada Argentina, ha determinado que incurrió en la figura de delito y se le dará una condena. A esta altura no es relevante, al menos para el grueso de las personas, que condena se le da. No importa si es simbólica, un día de cárcel, o alevosa, retiro de matricula y escarnio público. Lo importante es que se deja un mensaje: “cuidado con salvar al niño en el vientre materno”. 

Lucas 23:27 Y le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban y se lamentaban por Él. 28 Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras mismas y por vuestros hijos. 29 Porque he aquí, vienen días en que dirán: «Dichosas las estériles, y los vientres que nunca concibieron, y los senos que nunca criaron». 30 Entonces comenzarán a decir a los montes: «Caed sobre nosotros»; y a los collados: «Cubridnos». 31 Porque si en el árbol verde hacen esto, ¿qué sucederá en el seco?

Cuando escuché la noticia, me acordé de un episodio de Jesús hacia la cruz. No es porque el médico sea Jesús, es más creo que este profesional es agnóstico, no le interesan los asuntos de fe. Pero cuando a Jesús lo llevan a la cruz,  unas mujeres que lloran por la injusticia, Él se da vuelta y les dice: - No lloren por mí, lloren por ustedes. Porque si en el árbol verde hacen esto, ¿Qué sucederá en el seco?-

No lloremos solo por el Dr. Rodríguez Lastra, lloremos por nosotros, lloremos por Argentina. Este fallo significa que todos los argentinos estamos desprotegidos ante la prepotencia de una idea de futuro que socava los valores de la vida y de la familia. Lloremos porque a esto seguirá los juicios contra toda expresión que se considere amenazante ante esta visión de unos pocos. Lloremos porque nos han invadido el fuero íntimo y nos han arrebatado la libertad de conciencia. Lloremos porque habrá un ministerio que nos va a decir qué pensar, como aquella secretaría que se fundara en el gobierno pasado: “Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional”. Lloremos porque hoy se ha arremetido contra el árbol verde, ese acto que podía anunciarnos una primavera, la posibilidad que se revirtiera un proceso de decadencia. Lloremos por nosotros y por nuestros hijos porque estamos a merced de un grupo de salvajes que no se van a detener en un fallo contra un médico, sino que van, como dirían los españoles: “a por todo”. 

Habitualmente uso mi blog para poner un mensaje de esperanza y esto lo es, aunque parezca todo lo contrario. A vos que estuviste pendiente de este fallo, esperando que primara la cordura y que lloraste por esta situación quiero decirte que el árbol verde que cortaron aquella vez en Jerusalén, resucitó al tercer día.

Nuestra lucha, la de defender la vida desde la concepción, cuidar a la madre con un embarazo inesperado, la de defender el matrimonio heterosexual, la de oponernos a que intelectualoides le den educación sexual con ideología de género a nuestros hijos, la del avance del totalitarismo que nos quieren imponer para controlar, diezmar y digitar la población mundial desde la ONU. Nuestra lucha sigue en pie, este fallo ha demostrado la locura de estos impresentables y hoy más que nunca el celeste ha sido afirmado como el color de la esperanza. Si algunos estaban con dudas, ante esta barrabasada, fue convencido y esto demuestra que aunque es viernes, viene un domingo. Viene un domingo en donde los “Rodriguez Lastra”, serán ponderados y no castigados. Viene un domingo donde los “Briones” van a ser contratados y no “apretados”. Viene un domingo donde los “anti familia”, los “anti vida”, serán los anti derechos y no al revés. Viene un domingo pero mientras tanto, habrá que soportar las cruces de los viernes, los “Pilatos”, gobernantes indiferentes que creen que esto no es importante. Viene un domingo, mientras tanto habrá que ver a los nuestros crucificados entre ladrones… como si hubieran cometido algún delito. Viene el domingo, pero hoy es viernes, hoy hay que llorar, porque si en el árbol verde hacen estás cosas, que no harán en el seco.