En febrero, el día 10, tenemos nuestra siembra anual. Ese día aparte de nuestros diezmos y ofrendas, ponemos una semilla, es un acto profético en el cual le decimos a Dios cuanto queremos cosechar!!! Esta mañana Dios me convenció cual era nuestra semilla como familia!!! 

2 Co 9:5b …prepararan de antemano vuestra generosa ofrenda…

Cada día de reunión preparamos todo lo necesario, la ropa, el auto, el tiempo, el corazón… es un privilegio poder congregarnos, reunirnos con la iglesia para adorar a Dios, ministrar a Dios y a nuestros hermanos. Al leer la carta de Pablo a la iglesia de Corintios me surgió este pensamiento: La ofrenda ¿la preparamos? ¿o es cuestión del momento?

Si la ofrenda es lo que creo que es: un acto de adoración, una declaración espiritual, una expresión de la gratitud, entonces debe ser preparada con el mismo esmero con que preparo todo lo demás. 

En tiempos bíblicos la ofrenda, la mayoría de las veces era en especie. El ganadero tomaba un carnero de su manada y entonces se presentaba delante de Dios para agradecer la prosperidad, para reconocer su necesidad de perdón o simplemente para adorar. La premisa era clara: “Tres veces al año se presentarán todos tus varones delante del SEÑOR tu Dios … y no se presentarán con las manos vacías delante del SEÑOR.” (Dt 16:16) En esas tres veces el israelita debía traer todas las ofrendas que correspondieran de su año. El problema se suscitó cuando Dios descubrió que algunos traían cualquier cosa como ofrenda!!! Ya en tiempos del profeta Malaquías Dios le espeta al pueblo que no preparen la ofrenda o que ofrenden cualquiera…

Malq 1:6 El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está mi honor? Y si yo soy señor, ¿dónde está mi temor? —dice el Señor de los ejércitos a vosotros sacerdotes que menospreciáis mi nombre—. Pero vosotros decís: “¿En qué hemos menospreciado tu nombre?” 7 Ofreciendo sobre mi altar pan inmundo. Y vosotros decís: “¿En qué te hemos deshonrado?” En que decís: “La mesa del Señor es despreciable.” 8 Y cuando presentáis un animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Y cuando presentáis el cojo y el enfermo, ¿no es malo? ¿Por qué no lo ofreces a tu gobernador? ¿Se agradaría de ti o te recibiría con benignidad? —dice el Señor de los ejércitos.

La madre que recibe el cacharro todo chueco de su hijo de cinco años como si fuera un jarrón de la dinastía Ming, es la misma madre que se le rompe el corazón cuando sus hijos no le regalan nada cuando son adultos… ¿por qué? Porque mientras el niño pasó un mes preparando ese amasijo de barro, el niño devenido en adulto se acordó tarde del cumpleaños de su madre… Lo que das evidencia cuanto amas. Pablo le dice a los Corintios preparen de antemano la ofrenda. No des cualquiera, no agarres lo que está en tu bolsillo, para un segundo y medita este acto de adoración. 

El creyente que en Argentina paga el 51 % de impuestos a un estado ineficiente y muchas veces ausente es el mismo que se queja porque debe dar sus diezmos a un Dios excelente y siempre presente. 

Se que algún avaro que conoce la Biblia me va a señalar Miqueas 6:6-7… pero una vez que resolvimos el tema que a Dios se lo debe adorar “practicando la justicia, amando la misericordia, y andando humildemente con tu Dios” (vs 8), ¿no debería darle a Dios la mejor ofrenda? ¿no debería estar preparada? ¿No debería ir a mis “corrales” y escoger el mejor “carnero” para presentarme delante de Dios? 

Admito que muchas veces me he cambiado a ultimo momento de pantalón por esto o aquello y me he dejado en el pantalón anterior la ofrenda y cuando llega el momento me doy cuenta de mi error… siempre hago lo mismo, voy a la pastora Alejandra y le pido que me aguante y ofrendo (después siempre devuelvo). Pero eso es una vez cada tanto…. No puedo ir delante de Dios sin estar preparado para ofrendar. 

Cuando Dios pensó en su ofrenda por el pecado lo hizo antes de la fundación del mundo… Esa es una ofrenda preparada con anticipación!!! 

Señor, en este día déjame afinar mi manera de adorarte y a no ser un improvisado en mi ofrenda, ayúdame a que mi ofrenda exprese el increíble amor que te tengo y de cómo amo tu obra, cuan agradecido estoy y que nada es demasiado para vos. Amén.