Hace algunos años estaba en la congregación Jorge. Cada vez que nos despedíamos teníamos un saludo… Yo le decía: No me aflojes, Jorge!!! Y el me respondía: Ni abajo del agua!!!
Hace tiempo que partió con el Señor, pero cuando considero este pasaje me acuerdo que ante la adversidad, aunque este bajo el agua, no debemos aflojarle.
Pv 24:10 Si fueres flojo en el día de tribulación, tu fuerza será reducida.
Nadie está exento de pasar por un día de tribulación, pero ese día determina arroja un mandato para los próximos días. Salomón dice que si en el día de la angustia soy flojo eso dará como resultado que mi fuerza será reducida.
He visto eso miles de veces, gente que atraviesan la misma dificultad que el resto de los mortales, pero ellos salen del condicionamiento fortalecidos y el resto sale debilitado. ¿Cuál fue la diferencia? ¿el contexto? No, estaban viviendo en el mismo país, amaban a esa persona, recibieron el mismo telegrama de despido… la diferencia estuvo en su respuesta a la adversidad que los visitaba.
Ser flojos es temer, es quedarse quietos, es salir corriendo, es protestar, es no ponerse de pie, es no responder… ser flojo es tenderse en el piso y permitir que la situación nos pase por arriba.
En Israel había una orden para el soldado flojo:
Deuteronomio 20:8 Entonces los oficiales hablarán otra vez al pueblo, y dirán: ``¿Quién es hombre medroso y de corazón apocado? Que salga y regrese a su casa para que no haga desfallecer el corazón de sus hermanos como desfallece el corazón suyo.
Un hombre flojo podía contagiar un ejercito, hacer dudar de la victoria a un batallón y volverse la mejor arma del enemigo. Saca a los flojos de en medio tuyo!!! El temor es más contagioso que la viruela!!!
Almafuerte, uno poeta notable, en su poesía “Piu Avanti”, expreso así la importancia de ser valiente:
Procede como Dios que nunca llora
O como lucifer que nunca reza
O como robledal cuya grandeza
Necesita el agua y no la implora
Que muerda y vocifere vengadora
Ya rodando en el polvo tu cabeza!!!
No seamos flojos. La promesa es que aquellos que mantengamos el rumbo del barco nos espera fortalecimiento, bendición, que es la contrapartida de la reducción de las fuerzas. Algo bueno ocurre cuando salimos del “valle de sombra y de muerte”. ¿lo recuerda? “Aderezas mesas delante de mí en presencia de mis angustiadores.” Esa es la próxima parada para el hombre que atraviesa la tribulación… Vale la pena mantenerse.
Dios a su general le dice:
Josue 1:6 Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. 7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
Como siempre nuestro ejemplo supremo es Jesús:
Hebreos 12:3 Considerad, pues, a aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra sí mismo, para que no os canséis ni os desaniméis en vuestro corazón.
Hoy es un día para afirmar los pies y mantener las manos en el timón… levantarnos a enfrentar animosamente las olas que pegarán con ímpetu contra la barca, sabemos el contexto de lucha que tendremos, pero no vamos a aflojar, ni abajo del agua!!!… vamos a salir de esta circunstancias: Bendecidos, prosperados y en victoria!!! Aleluya.
