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Día de reconexión 2171 - Milagros no apreciados.

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1 Ry 17:16 Siempre había suficiente harina y aceite de oliva en los recipientes, tal como el Señor lo había prometido por medio de Elías.

Durante muchos días, y solo porque Elías lo había declarado, en la alacena de la viuda se producía un milagro. La harina y el aceite de oliva se multiplicaba en sus recipientes. Que el trigo se multiplique y que el olivo lo haga es normal, pero que el grano de trigo molido y el jugo de la oliva machacada lo hiciera era sobrenatural. Todos los días la mujer metía la mano y encontraba harina e inclinaba la tinaja y salía aceite. Un milagro diario, cada día la mujer debe haber recordado las palabras del profeta… ella, su hijo y el profeta comieron muchos días por un milagro. 

Un día su hijo enferma, muere y entonces, se produce la crisis de fe… 

18 Entonces ella le dijo a Elías: —¡Ay, hombre de Dios! ¿Qué me ha hecho usted? ¿Ha venido aquí para señalarme mis pecados y matar a mi hijo?

El profeta, benefactor del hogar, de pronto, porque ella no sabe explicar la desgracia que le ha sobrevenido pasa a ser el villano de la casa. Elías toma el niño y lo resucita y entonces ella dice:

24 Entonces la mujer le dijo a Elías: —Ahora estoy convencida de que usted es un hombre de Dios y que de verdad el Señor habla por medio de usted.

¿Ahora esta convencida? ¿Y todos los milagros anteriores no la convencieron? Hay milagros que, aunque son milagros, los asumimos como normales y no lo son para nada… pero viene un día donde vemos un milagro. Lo hemos visto siempre, pero ese día vemos uno que nos parte la cabeza, uno que nos convence. Es un milagro que no podemos asumirlo como común… es tan fuerte ese momento, que cambia nuestra percepción de esos milagros que asumimos como normales…

La historia bíblica infiere que la vida en la casa de la viuda siguió como venía después de la resurrección de su hijo, cada día la tinaja tenía harina y la vasija aceite… pero ahora, y esto es mi suposición, la mano entraba temblando y cuando el aceite se vertía también caían lagrimas… El milagro de convencimiento hizo que la mujer entendiera el carácter sobrenatural del favor divino y que apreciara diferente lo que antes solo disfrutaba. 

Estoy convencido que algún día entenderemos que lo que hoy nos parece normal no son otra cosas que milagros que no sabemos dimensionar en la correcta medida. Creo que viene un milagro que nos hará entender que eso que disfrutamos con total normalidad en nuestra vida es un milagro y que deberíamos haberlo agradecido de manera distinta. 

Mientras tanto nuestra manos se meterán en la vasija y el aceite saldrá de la tinaja y nosotros quizás viviremos como rutinario algo que para nada es normal… 

El desafío de hoy es agradecer el milagro de estar vivo, de tener una esposa maravillosa, unos hijos increíbles, una nieta bellísima. Agradecer este mate que estoy tomando mientras escribo en mi notebook, mientras estoy seco aunque afuera este lloviendo. Agradecer por la iglesia, por los hermanos que me están saludando, por el trabajo al que iré, por la oficina que ocuparé y aún por los problemas que resolveré. Agradecer porque vos estás sentado acá en mi cocina conmigo cuando estás leyendo este devocional… Alguno me dirá que eso es normal… Quiero mirarte a los ojos y preguntarte: ¿en serio?

Gracias Señor, por los milagros increíbles que me das a diario y que disfruto sin mayor agradecimiento… gracias también porque viene un milagro que me hará caer en cuenta que si estoy viviendo todo lo que vivo es porque me has rodeado de tu favor y me has cubierto con tu misericordia. Te amo Jesús.

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Pr. Daniel Cattaneo

Pr Daniel Cattaneo

 Soy Daniel Cattaneo, Pastor principal de Iglesia Redentor, Apóstol, Conferencista Internacional. Te invito a mi blog para que puedas ser bendecido con la palabra de Dios, por medio de los devocionales que comparto. Dios te bendice!

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