¿Ha tomado alguna vez un atajo? Hace 30 años íbamos al instituto bíblico a Rosario. Éramos un grupo de 8 en una estanciera Falcón. Alfredo, el conductor, era piloto de avión y nadie le había avisado que estaba manejando un auto. En aquel tiempo, Rosario no tenía las vías de comunicación que tiene ahora y recuerdo que cuando terminó el autopista en vez de girar siguió de largo, se metió en un barrio oscuro y en unos diez minutos aparecimos en un punto de la ciudad que nos hubiera llevado el doble por el camino tradicional. Desde aquel entonces ese el camino que uso para entrar a Rosario cuando estoy apurado. Lo malo de los atajos es que a veces se nos vuelven caminos habituales.

Mr 11:16 y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno.

El templo estaba edificado en la cumbre de un monte. Era una edificación formidable rodeada de un patio exterior amplísimo y que tenía puerta a todos los puntos cardinales. Alrededor del templo la gente había dispuesto sus viviendas y negocios. Cuando usted tiene que cruzar al otro lado de la ciudad el lugar más fácil para acortar camino era hacerlo por el patio del templo… también era el lugar para llegar temprano a una cita… el que usaban los adolescentes para ir a la escuela, el que usaba la ambulancia, el lugar por donde pasaba el flaco del delivery de empanadas….

Cuando Jesús es movido por el celo de Dios a limpiar el templo se pone en el patio no permitiendo que nadie pasará allí con otro fin que adorar.

El templo, en sí como edificio, era un lugar vedado al pueblo, allí solo entraban los sacerdotes. El lugar de adoración del pueblo era el patio, tenía puertas a todos lados para que todos pudieran venir a adorar…. Jesús entendió que la adoración no puede ser un atajo, un tramite, un lugar de paso en la vida del pueblo.

A menudo nuestra vida de adoración o de devoción se nos vuelve un tramite. Oramos y no sabemos qué hemos hablado con Dios. Leemos y no recordamos que decía el pasaje de la Biblia. Cantamos pero nuestra mente esta lejos, volando, en nuestra agenda y nuestro ajetreo. Pasamos por la adoración como Alfredo en su Falcón rural, como si fuera un rayo. Estamos impermeables a cualquier incidencia sobre nuestras vidas…

Jesús no consentía que el pueblo hiciera un tramite de su tiempo con Dios.

Sal 1:2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,

Y en su ley medita de día y de noche.

A diferencia del injusto, que anduvo, estuvo y se sentó con los malos, el justo no está en movimiento sino que su corazón está apegado a la palabra y sea de día y de noche está meditando en ella.

El salmista reconoce que el hombre que es feliz es el que se instala en la adoración y deja que su vida este supeditada a ella.

Sé que algún adolescente usará esto como excusa para no lavar los platos, pero los padres lo dejaríamos quedarse a estudiar pero nos molesta que se queden adorar… ¿por qué? Porque para los adultos la adoración es un tramite!!! Y hay cosas importantes para hacer!!! Si hubiéramos pasado aquel día por el patio del templo Jesús nos hubiera sacado “a los bolsazos”!!!

Son las 5 de la mañana y este es mi tiempo con Dios… debo cuidar de no hacer de esto un tramite:

Is 26:7 El camino del justo es rectitud; tú, que eres recto, pesas el camino del justo. 8 También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma. 9 Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.

Hoy es un día oportuno para detenernos ante la Presencia de Dios. A menudo veo a la gente pasar ante una catedral y persignarse mientras siguen presurosos sus caminos. También he visto a los devotos de “El gauchito” detenerse en la ruta y quedarse un rato en cuanto altar rojo se levanta… diferencias, advertencias… Dios merece nuestro tiempo, más que un edificio o un altar pagano, Él se merece que nos detengamos y adoremos, que no nos apuremos en su Presencia y aún cuando sigamos el camino no dejemos de adorarle… La adoración no puede ser un atajo en nuestra vida.